domingo, 23 de octubre de 2011

...

 Te escribo a vos.
Hombre ausente,
Hombre presente,
Hombre que habla,
Hombre que calla
Hombre que ama,
Hombre que odia,
A usted que me enamora
Con cada palabra,
Con cada gesto,
Con cada sonrisa,
Con cada silencio...
A usted le escribo,
Por qué no puedo hablarle.

martes, 4 de octubre de 2011

a ella que me mira...


Se miran, toman un trago y se miran,

Disimulan, esquivan aquellas miradas…
Es imposible, sus ojos se quedan clavados
en aquella hermosa mujer.
Él se acerca a su mesa, la toma de la mano,
la saca de aquel lugar,
La mira, con deseo, con pasión, quizá con odio…
No importa,
Ella confundida lo esquiva,
Pero ya es demasiado tarde para ellos,
Se besan, se abrazan, se tocan…
Y esa fue su cita… una cita con la muerte
Aquella que la mira…

sábado, 1 de octubre de 2011


pasó con el lo que pasa con
todos los hombres;
al principio amable, cariñoso,
detallista, buen amante...
al final se convirtio en un animal,
en el peor de los cerdos...
y ciertamente de ser un principe azul
paso a ser un pitufo...
COMO TODOS.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Quería solo un minuto, un minuto para mí, para mirar, caminar, observar, quería un minuto para estar con ese yo que habita en mi interior…

Necesitaba un minuto… tomar las cosas con calma, mirar a mí alrededor, fue un buen ejercicio, pasar por las mismas calles y ver cosas tan extrañas, la mujer vestida de negro, la señora gorda, la flaca, el carro gris, las casas, las imágenes de la virgen en los balcones, los señores sentados en aquella tienda,

los niños jugando… Todo tan antiguo y tan nuevo a la vez…

Sensaciones extrañas recorrían mí cuerpo, felicidad, angustia… la ambivalencia de aquel momento.

Mientras caminaba a mi casa pensaba en cuantos momentos como estos he dejado pasar, como dice  Dostoievski “Dios mío, un solo momento de dicha, ¿pero es que  acaso no es justo para toda la existencia de un hombre?” pienso en cuantas veces he dejado pasar instantes de felicidad, buscando quizá en lugares y personas equivocadas, no quiero decir que equivocarse está mal, pero cuan bueno sería no tener que sufrir, no tener que equivocarse.

¿Aunque… que sería la vida sin equivocaciones, acaso tendría algún sentido pasar por este mundo como  la mujer perfecta, la intachable, la serena, no… definitivamente esto no es lo que amo, la verdad a esta mujer que escribe estas líneas, le gusta equivocarse en cada momento, y no se siente mal por ello, aprender de tus propios  errores es más sabio que aprender de teorías ajenas, de vivencias extrañas que no te pertenecen…

martes, 27 de septiembre de 2011


-Buenas noches, ¿si sabe quién soy yo?...


-La verdad no lo sé, creo haberlo visto, pero la verdad no, no sé.

-Y si yo le digo que sí sabe quién soy.
 nos conocemos hace muchos años, yo lo veo entrar y salir de su casa, lo veo escribir, lo escucho pesar, lo veo dormir se lo que lo atormenta, se lo odia, se lo que ama… son muchos años viviendo a su lado...

-Perdone señor no lo conozco, usted está loco, disculpe me tengo que ir…

-Sí señor, le aseguro, usted sabe quién soy, yo conozco sus secretos más repugnantes, se lo asqueroso de sus deseos, yo lo he acompañado incluso en los momentos inconfesables de su nauseabunda existencia, usted es otro repugnante ser humano…

-Disculpe tengo miedo, dígame usted quien es, que quiere…

-¿no me reconoce aún?
 
-amigo le diré  quién soy, yo soy su conciencia...

viernes, 19 de agosto de 2011

La ultima vez.


Ahí estaba sentada ella, con la cara algo perturbada, se podía leer en su rostro la ansiedad, el miedo la incertidumbre que sentía…

Era una tarde algo sombría, se sentía como la lluvia golpeaba contra las nubes, ella lo esperaba, lo esperaba a él. Sofía era una mujer hermosa   pero aquel día estaba más bella que nunca, como ninguna…

Mientras lo esperaba; por su mente pasaban aquellas noches blancas, noches al lado de aquel hombre, de su amado, pensaba en aquel cuerpo, tan perfecto, recordaba aquellas manos sobre su piel, sus labios, el recorrido que hacía por su alma y sentía dolor, en su interior sabía que aquello solo quedaría en su memoria.  Mientras pensaba en su pasado vio a lo lejos la silueta de aquel hombre, Thomas, siempre llega con aquella sonrisa que a ella enamoró.

Ella sabe que aquella noche será la última noche que pasará a su lado, se miran, se abrazan y sin importar el sufrimiento se besan, se tocan, con odio, con ternura, con frustración, con amor, paran, y se miran ella le grita con su cuerpo que lo odia, que lo ama y el solo la mira… la toma de la mano suave pero a la vez bruscamente ella solo se deja llevar…
Llegan a un lugar oscuro tan oscuro que solo se pueden ver dos sombras, sus sombras, ella le dice quedamente que lo ama, él no le dice nada solo la abraza la toma por la cintura y empieza un recorrido  por cada rincón de su cuerpo, ella llora sabe en su interior que aquella será la última noche…